Un padre deportivo
ENRIQUE CRUZ (QUIQUE) CUENTA SUS EXPERIENCIAS COMO FORMADOR DE PROFESIONALES DEL BÉISBOL.
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Ser padre es un don que viene de Dios, que no sólo se limita al hecho de traer al mundo más seres humanos, sino también guiarlos, instruirlos y depositar en ellos todas las cualidades positivas posibles. Sin embargo, don Enrique Cruz (don Quique) no se ha limitado a tales características. Él, mentor de la Liga Académica Deportiva Enrique Cruz, una Luz a la Juventud, dice que tal don ha significado en él adoptar o asumir a los hijos de los demás como suyos y tratarlos como si en realidad lo fueran.
Agrega, mientras eleva su pensamiento a los sentimientos y los recuerdos, que toda esa labor paterna la ha podido concretar en la liga, donde instruyó a dos de sus cuatro hijos, junto a otros niños contemporáneos, quienes en su mayoría han logrado llegar a las Grandes Ligas y, aunque su memoria no alcance para recordar a cada uno, ellos sí lo tienen presente.
Comenta que el más claro indicio de ello es que dentro y fuera del país muchas veces escucha voces agradecidas que se le acercan para agradecer de varias maneras (con relatos de recuerdos, lágrimas, sonrisas, besos y abrazos) a aquel segundo padre que los guió durante los primeros años de su vida en la profesión que es hoy su gran pasión.
El padre de todosEste aspecto de su vida podría inquietar a sus discípulos, pues surge la interro- gante: “¿No despertará la reverencia y el amor por los niños que usted entrena los celos de sus hijos?”.
Él, junto a doña Elvira, asegura que así instruyeron a sus hijos y así continuarán guiando a cada uno de los pequeños deportistas que lleguen a sus manos, pues consideran que esa es su misión en la vida .
EN LA ACTUALIDAD LA LIGA ESTÁ EN DISNEY
Diez de los equipos de la liga deportiva Enrique Cruz están desde el viernes pasado en Estados Unidos, hasta el próximo Sábado 10 del mes en curso, compitiendo en los torneos Omaha Champion Village, en Nebraska, y el Rawlings Salute to Baseball Festival de Disney, en Orlando.
En el de Nebraska participan los seleccionados de 9 a 12 años, y en el de Disney juegan dos equipos de 8 a 10 años, dos de 11 a 14 y el equipo de los de 16 años.
Según don Quique, todos los equipos desde hace cinco meses se han preparado con gran entusiasmo, por lo que él confía en que obtendrán resultados victoriosos.
Agrega, mientras eleva su pensamiento a los sentimientos y los recuerdos, que toda esa labor paterna la ha podido concretar en la liga, donde instruyó a dos de sus cuatro hijos, junto a otros niños contemporáneos, quienes en su mayoría han logrado llegar a las Grandes Ligas y, aunque su memoria no alcance para recordar a cada uno, ellos sí lo tienen presente.
Comenta que el más claro indicio de ello es que dentro y fuera del país muchas veces escucha voces agradecidas que se le acercan para agradecer de varias maneras (con relatos de recuerdos, lágrimas, sonrisas, besos y abrazos) a aquel segundo padre que los guió durante los primeros años de su vida en la profesión que es hoy su gran pasión.
El padre de todosEste aspecto de su vida podría inquietar a sus discípulos, pues surge la interro- gante: “¿No despertará la reverencia y el amor por los niños que usted entrena los celos de sus hijos?”.No, dice don Quique. Todo lo contrario, añade, cada padre y madre que inscribe a sus “criaturitas” en la liga le manifiestan el respeto que sienten hacia su persona, ya que en tal lugar no sólo instruyen los equipos a batear y tirar pelotas, sino que también él, su esposa Elvira Rodríguez, su hijo, su nuera y sus quince entrenadores se esfuerzan en concientizarlos sobre la importancia que posee su alimentación, su conducta, entregarse a los estudios, el amor y el respeto hacia el padre, la madre y hacia todo aquel que los rodea.
Estas cosas además de ser una norma para vivir en paz y prosperidad en la vida, es un requisito para poder ser parte de la gran familia de la liga.Él, junto a doña Elvira, asegura que así instruyeron a sus hijos y así continuarán guiando a cada uno de los pequeños deportistas que lleguen a sus manos, pues consideran que esa es su misión en la vida .
EN LA ACTUALIDAD LA LIGA ESTÁ EN DISNEY
Diez de los equipos de la liga deportiva Enrique Cruz están desde el viernes pasado en Estados Unidos, hasta el próximo Sábado 10 del mes en curso, compitiendo en los torneos Omaha Champion Village, en Nebraska, y el Rawlings Salute to Baseball Festival de Disney, en Orlando.
En el de Nebraska participan los seleccionados de 9 a 12 años, y en el de Disney juegan dos equipos de 8 a 10 años, dos de 11 a 14 y el equipo de los de 16 años.
Según don Quique, todos los equipos desde hace cinco meses se han preparado con gran entusiasmo, por lo que él confía en que obtendrán resultados victoriosos.Agrega que los equipos que asistirán a Disney serán hospedados en el hotel All Star Sports del complejo Disney y jugarán en World Disney Complex.
Mientras que los que asistirán a Omaha, además de participar de su competencia, tendrán la oportunidad de disfrutar de la Serie Mundial del Béisbol Universitario que tendrá lugar en la misma ciudad.
Don Quique asegura que tales viajes estimulan al crecimiento deportivo de cada particiante, además de ser una experiencia que nunca olvidarán.
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