Jamás un bolsillo vacío

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Hola, hoy estoy inspirada en mis seguidores masculinos.
No importa la edad, tampoco el siglo, el pañuelo es una pieza emblemática de todo caballero que se preocupa de su imagen como carta de presentación. ¿Use en 2018? Me han preguntado. Siiiiii y aun más si no lo habías incluido dentro de tus accesorios cotidianos llegó el momento. No importa la simplicidad de tu vida, trabajo, economía y pensamiento; el pañuelo es un accesorio, de esencia masculina que impregna elegancia y estilo a la persona.
Debe ir en armonía con la vestimenta, no significa que del color que se ponga la camisa debe ser el pañuelo, lo que digo es que si optas por estampado o liso tenga coherencia visual con el resto de la pinta, como le dicen los centroamericanos a los outfits, aunque no coincidan necesariamente con los colores. De preferencia ten el punto foque de similitud entre este, la corbata o corbatín (pajarita), esto en los casos casuales o formales.
Para momentos más informales, un blanco o azul cielo lo resuelve todo. Particularmente, yo, considero que no se ven delicados los tonos oscuros. Pero eso soy yo. No significa que lo sea o que deba excluir por una mera opinión mía.

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Selección y uso
1.Lino, algodón y seda son las telas ideales para adquirir el pañuelo que te represente.
2. Invierte en uno de buena calidad.
3. Si personalizas grabándole tus iniciales seguro que tendrás un punto extra en la proyección.
4.  Procura que al lavarlo no sea llevado a la secadora para evitar que se maltrate y se arrugue más de la cuenta.
5. El pañuelo no puede abultar NUNCA el área del pantalón o el bolsillo de la camisa, chacabana o chaqueta.

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6. Para doblarlo correctamente en forma de punta, dobla a la mitad en forma de triángulo, los extremos hacia adentro y sas para la camisa con las puntas hacia arriba. El doblado clásico consiste en unir la derecha con la izquierda, quedando en forma vertical, luego tomar un tercio de largo y con el resto forma un triángulo y ya.
Para el pantalón es informal y sencilla. Dobla en forma de triángulo dos veces y listo.

Todas las buenas costumbres son cuestión de decisión, en principio cuesta pero a la larga no puedes vivir sin ellas. ¡A usar sus pañuelos!