Sudar para el impuesto

¡Hola! Dios llene de bendiciones este día la vida de todo el que está leyendo, el que leerá y hasta el que alguna vez ha leído... ja, ja, ja muy intensa yo.
Desde hace días he postergado la publicación pautada y otra vez la he cambiado porque la vida es como el mar y los ríos hay que dejarla fluir. Vivo en un continuo análisis y el de esta semana es que vivo para pagar impuestos sin razón alguna, quizá muchos digan ¿y ahora es que te das cuenta? Sí, porque entes lo decía sin saber a profundidad lo que decía y ahora lo veo con otra mirada.
Hoy quiero hacer un paralelismo de un mismo suceso social. Mi única intención es que veas tu realidad, que es la misma que quizás criticas con seguridad y firmeza en aspectos que entiendes son ajenos a ti. ¿Qué hacer? No te lo puedo decir, es decisión en conjunto, pero particular también.

Históricamente se ha criticado a la iglesia evangélica por los diezmos y ofrendas, cuando esto es una decisión de fe del que lo hace. Es muy parecido y muy diferente a la vez que los impuestos, no se le pudo poner mejor nombre porque realmente es una imposición. Igual porque es devolver al origen para crear una dinámica económica sostenible del entorno, a través de obras. 

La diferencia está en que al diezmar toda la masa económica queda reconocida, si de 100 pesos diste 10 te quedan 90 para todo lo que tengas que hacer, además por ser una cuestión de fe, queda a juicio de tu propia justicia y responsabilidad, no te meten preso, ni te quitan los bienes por no hacerlo; no así el impuesto, aunque en la biblia ambas cosas es lo mismo.
En el Estado dominicano pagas o te debitan cada quincena la cuota de tu salario general; muy significativa por cierto, pero no se queda ahí. Ese monto es, en concepto, para crear carreteras, escuelas, servicios y bla bla bla... muchos otros que deberían surgir de esa cantidad debitada a todo el vivo que trabaja. Pero no es así, para transitar de un pueblo a otro debes pagar por el uso de la carretera que se suponía debe mantenerse de cada centavo surgido el impuesto, la cuota de acceso para nada es pequeña; pero vas al supermercado y por cada elemento también te quitan un impuesto y la tienda paga el suyo por existir y venderte. Si te enfermas también pagas al hacer compra, al ir al salón pagas, para viajar a otro país pagas, por el agua, la energía y la basura pagas.... 

¿Para qué me debitan dinero de mi salario? Si cada paso que doy me lo cobran. Para el colmo las obras estatales dan vergüenza cada vez que llueve o surge cualquier imprevisto como seguro bien lo hemos observado estos días de lluvia.
Si vuelvo a su origen que está en la biblia, esa balanza no es justa, no está equilibrada y por esto no crecemos porque la injusticia se traga lo que con mucho sudor y cansancio producimos; si tienes un negocio te cobran adelantado por proyección y no por resultado.
Cada uno se queja en silencio; y el abismo nos traga porque el callar sin accionar se escucha con sordera y fortalece al opresor.
A fin de cuentas a la iglesia corrupta y al Estado de engaño la maldición será su compañera. No hay que detenerse pero hay que saber avanzar.

Feliz sábado, si tienen alguna opinión al respecto, contraria o a favor este espacio es de ustedes.
Hasta la próxima si Dios lo permite