Contra natura


Buenos días, espero que este fin de semana sea memorable en la vida de cada uno de ustedes, en el aspecto positivo. Hoy me he inspirado a escribir sobre un aspecto de nuestra vida y que todos, en algún momento debemos de pasar, ir en contra de nuestra naturaleza. ¿Es bueno? No me corresponde a mi dar esta respuesta, pero si analizamos hay un precio alto que pagar si hablamos de la propia. Cuando a un vehículo se le adapta la pieza de otro hay fallos ¨normales¨ con los que hay que lidiar día tras días, para mi se llama pasar trabajo, con o sin necesidad, así es.
Pero los carros no sienten. Las molestias de esa decisión es para nosotros y mayor aún es cuando decidimos romper nuestro molde original para adaptarlo a la vida que entendemos que es ideal, porque el atraso lo estamos provocando nosotros mismos por una sed absurda de ser dioses de nuestros propio ser. En este punto podríamos ¨engañar¨ la mente, pero en este sentido el cuerpo no funciona igual, es más sicorígido y te hace saber sus molestias de formas que hasta la vida se la lleva. Es contradictorio pensar que yo tome determinaciones que mi cuerpo no asuma y me saque de jugada por ello, pero lo que no lo es, es que el cuerpo y la mente tienen naturalezas particulares y que encajan entre sí siempre y cuando se respete su origen natural.
Dicho de otra manera, nuestra parte física tiene un reloj biológico que se comunica con una glándula ubicada  al lado cerebro, llamada pineal, desde aquí él coordina la producción en tiempo de todo cuanto necesitamos para vivir a través de los órganos y sistemas que tenemos. Tiempo de comer, llega el hambre, tiempo de trabajar, venga la energía mental y física... tiempo de dormir, a dormir se dijo y por más que le metas cafeína u otra sustancia para callar ese tiempo él te lo sumará al cuerpo y se lo restará a la calidad de vida.
Fuente externa 
Sea que hagas de más o de menos a él, aunque creamos que sí, nadie lo engaña y para interesado que lo busquen.
Lo que le pidas él te lo dará por un tiempo y luego te será debitado, tengas o no razones. Fíjate que hay horas y días que todo lo puedes hacer con agilidad y otros reduces en un 90%, es porque algo está fuera de lugar y por más que la familia, el trabajo o la sociedad lo requiera tu naturaleza lo rechaza y comenzará una guerra dentro tuyo que te destruirá. De nada nos sirve estar en paz con el mundo y en guerra con nosotros, la llevaremos perdida desde el momento que la iniciemos. Seremos nuestros propios enemigos, las enfe
rmedades nos inundarán, físicas y mentales, entonces cuando estemos derrotados nos daremos cuenta que esa buena relación con las exigencias externas nunca fueron reales, pero no habrá tiempo para regresar a nosotros, la naturaleza propia estará destruida y tendremos que respondernos a ¿valió la pena actuar contra natura?
Hoy te invito a que reflexiones y te respondas en qué parte de tu vida estas siendo tu destrucción, porque de cada paso que damos en la vida somos responsables, no el destino ni el entorno. Yo soy mi amiga, yo misma puedo ser mi enemiga.
Que Dios los bendiga y que los ayude a actuar a beneficio de su propio bien. Será hasta la próxima, si el Señor lo permite.

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