Festival histórico

Conciertos de la Villa de Santo Domingo se celebrará en la Ciudad Colonial, desde el 5 hasta el 13 de febrero.
Cuando se descarnen las emociones de placer y belleza renacentista y se paseen en las locaciones de la Ciudad Colonial, habrá iniciado el Festival de Conciertos de la Villa de Santo Domingo 2016. El día ya está cerca. Desde el viernes 5 hasta el sábado 13 de febrero en la urbe Primada de América serán revividos los más emblemáticos momentos históricos a través de una de las primeras artes románticas. Sentados, con vista hacia el Convento de los Dominicos, John Thomas Dodson y Yolanda Borrás, cofundadores y directores del proyecto que se inició en 2009, cuentan los detalles que caracterizan esta manifestación artístico-cultural.
“No hay duda, en Ciudad Colonial está la magia” fue la respuesta del director musical estadounidense mientras buscaban por primera vez un lugar para desarrollar el espectáculo. Dodson confiesa que este es un lugar que tiene muy cercano al corazón, del que se enamoró desde el primer momento en el que sus ojos lo vieron. En ese instante quiso poner su granito de arena para impulsarlo y cambiar la percepción que se tiene. Conciertos de la Villa de Santo Domingo es solo una pieza corta de un proyecto largo, que persigue dar fe de que la Ciudad Colonial fue y es un lugar de vivencias grandiosas. “Si tuviera otro regalo además de la música, lo utilizara en favor de este sitio, pero lo que tengo es talento musical y un gran amor... es lo que continuaré ofreciéndole”. A pesar de que residen en Norteamérica, no existe una época del año en la que no trabajen en pro de preservar, promover y rescatar el valor a la más antigua metrópolis de la región. Dodson reflexiona sobre la situación actual que la afecta y dice: “Es fácil ignorar las cosas que siempre están frente a nosotros, hasta llegar a ser invisibles, por valiosas que sean. No son invisibles, es que se nos ha olvidado mirar y nos volvemos ciegos; entonces tenemos que apagar la luz para que lo que estaba en tinieblas para nuestros ojos, al encender nuevamente la luz, lo podamos ver. Este es un lugar irremplazable, es la semilla cultural de República Dominicana y de todo el hemisferio occidental”. Dodson y Borrás hacen un llamado a recordar que la Ciudad Colonial es la intercepción de la historia y el hoy; por lo que debe ser honrada hasta por los extranjeros, cuánto más, por los dominicanos y sus gobernantes, en todo el sentido de la palabra. A propósito de la séptima versión de los conciertos de la Villa de Santo Domingo. Itinerario para estas dos grandiosas semanas Los lugares determinaron las actividades y no al revés, explica la también directora de educación de Conciertos de la Villa de Santo Domingo, Yolanda Borrás, pues nada es fruto de la coincidencia sino que surge del análisis y la planificación.
Todo ha sido preparado para que sean dos semanas ricas en cultura, educación e historia que traiga a la memoria el valor de la Ciudad Colonial. De aquí en adelante, Borrás explica el programa que se ejecutará: Mañana martes, John Thomas Dodson, presentará un audiovisual de la música de esta versión del festival. Este evento será efectuado en el Museo de la Resistencia Dominicana, ubicado en la Ciudad Colonial. El viernes 5 de febrero, a las 8:30 de la noche, será el primer día oficial del gran evento y cuando se escuchará “Música Para Reyes y Reinas”, en la Capilla de los Remedios, un lugar donde reposan los restos de personajes importantes de nuestra historia. El Peabody Renaissance de Baltimore, Estados Unidos, interpretará danzas y piezas del período renacentista. Al día siguiente, de 11:00 de la mañana a 12:00 del mediodía, mientras un crucero se acerque por las aguas próximas a la edificación de Alcázar de Colón, en ese paseo se oirá “Música Bajo los Arcos para la Corte Real”, a cargo del conjunto musical estadounidense, al aire libre y de manera gratuita.
A las 4:30 de ese mismo día, en la Quinta Dominica, habrá un “Concierto Familiar: Una Tarde Musical”, pensado en pequeñines de 5 a 12 años de edad. El despliegue musical lo presentará El Peabody Reanaissance Ensemble, quienes además el domingo 7, de 4:30 a 5:45 de la tarde, estarán en la Iglesia Santa Bárbara en un intercambio musical épico denominado “Renacer en Santa Bárbara”. Los jóvenes talentos dominicanos también tendrán parte en esta iniciativa. El lunes 8 de febrero a las 8:30 de la noche, la Capilla de los Remedios, será el escenario para la presentación de “Música en la Capilla S. XXI, Hermanos Ortega en Concierto”, cuyos intérpretes serán: Daniel Ortega en la guitarra; Alejandro Ortega, en el violín; y Javier Ortega en el piano. El miércoles 10, a las 8:30 de la noche, será una velada de sortilegios musicales “De Bach a Ellington”, en la que el solista de la Orquesta Sinfónica de Londres, Paul Silverthorne y Janet Sung; reacrearán musicalmente aquella época en la que se edificó la Iglesia Regina Angelorum a orillas del río Ozama.
A las 10:15 de la mañana del día siguiente la Camerata Colonial llevará a 800 niños de toda República Dominicana a un “Viaje al Mundo Clásico”, sin costo alguno. Mientras que el viernes 12, los “Ecos del Siglo XVII” sellarán el itinerario del evento dentro de la Ciudad Colonial. La Camerata Colonial, la orquesta de cámara del festival y los solistas Paul Silverthorne, violista de Londres; y Janet Sung de Estados Unidos, agotarán un exquisito programa que incluirá la Overtura de Sansón de Handel, Sinfonía Concertante de Mozart y la Sinfonía No. 64 de Haydn. El concierto será en La Casona del Hotel Billini. El sábado 13 a las 10:30 de la mañana, en la Escuelas Bellas Artes habrá un ensayo fusión entre los miembros de la Camerata Colonial y los músicos de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil. INICIOS DEL PROYECTO HISTÓRICO-CULTURAL La historia del festival data de 2009, cuando reunidos en una playa de Punta Cana cuatro amigos discutían las posibilidades de crear un nuevo festival de música clásica en República Dominicana. “¿Dónde se ubicará?, preguntó uno de ellos. -No hay duda -fue la respuesta del director John Thomas Dodson: -en la Ciudad Colonial. Desde entonces, los Conciertos de la Villa de Santo Domingo se han convertido en una realidad, ofreciendo recitales, eventos de música de cámara, y actividades educativas dentro del escenario histórico. “Nuestra misión es la de valorizar, preservar y promover la Ciudad Colonial, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO “, dijo la directora ejecutiva, Yolanda Borrás. Agrega que, en esta versión traen música de la más alta calidad a estos lugares para celebrarla y valorarla. Los grandes acontecimientos se hacen eco dentro de los importantes lugares de la Ciudad Colonial y que pertenecen a nuestro patrimonio como dominicanos. “Estamos utilizando nuestros talentos locales para asegurar que continúen resonando en el futuro”, explica la ejecutiva del evento musical.

  Una ciudad colonial con autonomía


Durante el encuentro Paseo Cultural don Pepe Linares Ferrera consideró relevante trabajar para un manejo de autogestión en la Ciudad Primada de América para su mejor preservación. La situación que afecta a la reserva colonial dominicana, incluyendo a los museos, es una problemática de carácter regional. Descuido, vulnerabilidad en la conservación y problemas sociales de su entorno, son parte de ellos. En aras de una solución que garantice la preservación de esa área de la identidad local, diversas instituciones se unieron para que los vastos conocimientos de José Ramón Linares Ferrera (Pepe), sirvan de guía para el tema en cuestión. Don Pepe Linares estuvo en República Dominicana agotando una agenda que abarcó disertaciones en talleres, conferencias y asesoría en el tema en cuestión. Él fue el invitado especial del primer encuentro del “Paseo Cultural de LISTÍN DIARIO”, donde la cultura a partir de ahora tiene su espacio.
También se dieron cita figuras comprometidas con la sana protección de Patrimonio Nacional dominicano, entre ellas Rosanna Rivera, presidente del Voluntariado “Amigos de la Ciudad Colonial”, de la que también forma parte Fabiola Herrera de Valdez, María Amalia León de Jorge, María Teresa de Catrain, Lucía Amelia Cabral de Herrera y Clarissa Brugal León. Aquí intercambiaron impresiones y apelaron a la sapiencia del experto para cubrir inquietudes. La Habana Vieja se vio envuelta en temas que la afectaban, lo mismo que ocurre en la Ciudad Colonial. Dificultades con las necesidades básicas y de convivencia, como el agua, electricidad, delincuencia, prostitución, basura y deterioro, también ocurrían en aquella nación insular, en mayor o menor proporción.
La solución que encontró Cuba puede ser la de República Dominicana: Dotar de autonomía a la primera ciudad del Nuevo Mundo. Por más de dos décadas, el espacio cubano marcha con más éxito cada vez. ¿En qué consiste? En La Habana Vieja, dice Linares Ferrera, la responsabilidad de todo cuanto pasa allí recae sobre el Historiador de la Ciudad que es un cargo oficial con rango de Ministro, de la que se desprende una sombrilla legal por Decreto del gobierno que le otorga facultades. “El historiador es una persona carismática capaz de elegir lo que es mejor para la cultura y a la vez llevarse bien con las otras entidades de las que se suple. No es cualquier persona. La posición se gana por los méritos profesionales, a través de una trayectoria destacada, define. Partiendo de tal autonomía que disfruta la oficina para tomar decisiones, se logra trabajar con otros departamentos que complementan su labor y aúnan esfuerzos en busca de mejores resultados, pues todo gira en torno a un procedimiento que integra los distintos sectores competentes regulados por una entidad.
Pone por ejemplo de que en Cuba existe un gobierno municipal y otro provincial conviviendo desde sus distintas directrices de manera armoniosa respecto al sistema de museos e instituciones culturales, unidas mediante el ente moderador: La Oficina del Historiador. Y no es que sea poca cosa lo que allá se maneje, la lista que le compete abarca desde los grandes hostales hasta pequeños negocios privados que funcionan saludablemente en el entorno. En Quisqueya, el territorio colonial no es tan amplio, pero muy importante para la historia del mundo y la herencia de las próximas generaciones. Las visitas turísticas son considerables, al igual que la cantidad de negocios privados y espacios gubernamentales. Esto genera rentabilidad para autosostenerse íntegramente y deshacerse de los males que le afectan. El arquitecto entiende que para lograr una preservación y funcionamiento efectivo de la Ciudad Colonial autónoma, se requiere de tres factores: Voluntad política para delegar sobre una oficina el poder de gestionar y determinar el destino de ese territorio; revitalización de la ciudad (infraestructura) por medio al apoyo del Ayuntamiento, garantizando los servicios básicos que le corresponden. Y autonomía de fondos que le otorgue el Estado dominicano para que todo cuanto se genere en ella sea utilizado para su bien. Es decir, fondos independientes de los del resto de la nación, para que se garantice un mantenimiento eficiente. Además, brindar incentivos para dinamizar esa economía. No obstante, este maestro de la arquitectura confiesa que un elemento importante que no se logra con las leyes es la conciencia ciudadana, manifestada a través del respeto hacia cada espacio y que debe fomentarse en todos los pueblos.

  Los museos
En palabras del “Premio Nacional de Patrimonio Cultural”, los museos no son solo presentación y exhibición, requieren de cuidado, almacenamiento y preservación de los recursos que tienen, una tarea que no es fácil y que requiere de recursos económicos y la formación de persona. “El mantenimiento de los museos es costoso. Ellos nunca se autofinancian, siempre requieren la inversión de una entidad externa a ellos”, reconoce. Sobre estos, entiende que hay que tratar de modernizar y dinamizar la forma de presentación, lograr que sean más interactivos, participativos y que el público tenga la oportunidad de sacar su propio provecho, para que, además, buscar lo que le interese específicamente a cada quien, se obtenga toda la información tecnológica de la que hoy goza el mundo actual. Esta es una de las principales competencias con las que se debe enfrentar. Pero ¿modernidad y conservación se pueden lograr? Sí. El catedrático de “Preservación y Gestión del Patrimonio Histórico-Cultural”, considera que si bien son dos caminos claramente diferentes, estos pueden converger perfectamente, ya que se puede ser moderno sin afectar la conservación. (+) DISERTACIONES DEL EXPERTO EN LA REGIÓN NORTE: CENTRO LEÓN Don Pepe Linares disertó en Centro León, Santiago de los Caballeros, sobre “Nuevas perspectivas museográficas: arquitecturas, objetos, sujetos”. Se trató de conversaciones con el especialista cubano sobre otras formas de entender la museografía y la concepción de los espacios expositivos a partir de las relaciones entre objetos y visitantes.

  "Una estrella, un camino y un portal" 
Tres cuentos en una colección que narra la historia del nacimiento de Jesucristo.
La recreación literaria de textos bíblicos posee un inmenso catálogo autoral a lo largo y ancho del mundo. Después de la muerte de Jesús, han aparecido cuentos, relatos, episodios, fábulas y leyendas inspirados en diversos temas de las sagradas escrituras. Épocas, sitios y voces han cantado el acontecer de la natividad del señor. Las letras dominicanas no le han dado la espalda a esa referencia histórica. Muchos de nuestros autores han trascendido episodios vinculados a los salmos y referencias históricas recogidas en la Biblia. José Ramón López, a finales del siglo XIX, escribió “El milagro de la Nochebuena”, dedicado a su esposa. Inolvidable es el “Cuento de Navidad” de Juan Bosch que acercó a la modernidad un capítulo representativo de la fe colectiva. También del siglo XIX Virginia Elena Ortea y Federico Henríquez y Carvajal escribieron obras literarias en ese tenor. Este final de año, tres gestoras culturales que también escriben, aunaron esfuerzos para entregarle a la sociedad dominicana tres relatos inspirados en el nacimiento del niño Jesús.
Las autoras de estas historias, Lucía Amelia Cabral, María Amalia León de Jorge y María Teresa Ruiz de Catrain, dedicaron lo más selecto de sus prosas respectivas con el fin de recrear las enseñanzas de la Biblia. Líricas, aleccionadoras y sobre todo, respetando sus respectivas individualidades creativas, voces y puntos de vista, los relatos que ahora presentan no solo merecen aplausos, sino una mirada profunda a la vocación escritural que mucha falta hace en República Dominicana para incentivar el hábito por la lectura a partir de la producción de obras nacionales de calidad dirigidas a ese propósito.
Como mujeres que saben valorar que la literatura es un arte hermoso que puede ser enriquecido mucho más si se complementa con otras ramas del saber, a estos relatos bíblicos se integraron las artes escénicas, visuales y la música de manera que el niño se enfrente a una experiencia cultural poco común que enriquece su imaginación y lo incentive a crear sus propias historias a partir del texto leído o escuchado, así como de los dibujos que los acompañan. Son cuentos inolvidables, bien escritos y mejor concebidos. República Dominicana agradecerá por siempre ese gesto imperecedero.

Entrevista 
“Una Estrella, un Camino y el Portal” se inicia luego de que ellas presentaran el documental “Cinco Siglos de Adviento”. En el proceso de realización fue tanto el apoyo que recibieron de Los Dominicos que quedaron muy agradecidas, por ese sentimiento se ataron al dicho de su boca de crear una colección de tres libros en pro de la valiosa labor que ellos realizan. Y así fue. De manera separada, cada una de estas intelectuales se dedicó a dar pie de inicio a la promesa. En la Ciudad Colonial, frente al busto de Los Dominicos, cuentan sobre las prolijidades que acompañan el proyecto, en el que cada una fue crítica de la otra.
María Teresa es historiadora... y porque cree en la historia, se inspiró en ella, valiéndose de textos antiguos, en todos los tiempos de Las Pascuas, para así dar vida a “Un Canto a la Navidad”. “No quise violar la esencia del acontecimiento, por lo que jugué con el pasado, presente y futuro del mismo, pero siempre fiel a los textos”, dice Ruiz de Catrain. La escritora comienza la narración con la profecía que da el anuncio del nacimiento de Jesús, y a partir de ahí hace una emotiva cronología de ese evento. Al definir “De Cuando Nació el Niño Dios”, su obra, Lucía Amelia dice que es una alegría en la que se adentró en un paseo gozoso. Quiso seguir los pasos de los Reyes Magos, acompañarlos, quererlos y trasladarse más allá de su imaginación para poder ver la forma en la que se entendían, cómo compartían el deseo de llegar, el entusiasmo de entregar sus respectivos regalos con los que agasajarían al Hijo de Dios, las ansias de alumbramiento, llegar y manejar la sorpresa. Precisamente es lo que evoca esta literatura, pues es una conquista a viajar por el tiempo y recrearlo junto a ella. “Lo mío talvez no tenga las profundidades de la motivación pero si tiene la alegría y la oportunidad de llevar a alguien que quizás no lo tengo al alcance de mis manos pero si la posibilidad de acompañarlos”, expresa. “Me encanta escribir porque ahí hay una inmensidad de horizontes que puedo explorar”, confiesa.
Ante una historiadora y una referente de la literatura infantil en América Latina, como lo son sus dos compañeras en esta aventura cultural, María Amalia quiso dar a su obra un espacio de enfoque no explorado al respecto: La Galaxia. A nivel terrenal hemos visto todo lo que aconteció, fue la reflexión que visitó a la directora de la Fundación Eduardo León Jimenes, mientras se encontraba a bordo de un avión. La estrella que indicó el camino hacia el Mecías ilumina la historia. De ella parte la trama de este libro al que tituló “Génesis de un Milagro”, en el que se dibuja con palabras la interpretación de la autora sobre lo ocurrido en la vía Láctea. “Siempre he pensado que el hombre tiene dentro de sí la totalidad y la particularidad, si bien la estrella en el pesebre es la particularidad tenemos que ver qué pasó a nivel universalÖ el juego del todo y la parte de un ser tan humano y sublime a la vez”, comenta. Un lunes en la Ciudad Colonial
Obra artesanal. La colección pareció ser el preludio de las tantas obras de excelencia que las tres protagonistas de esta historia pretenden realizar. Ellas dieron un regalo adicional: Un nacimiento artesanal a la sociedad hecho en latón por Moises Feliz, un artista dominicano, cuyo trabajo destaca por la exquisita calidad profesionalidad, el cual se exhibió durante la temporada navideña. Por primera vez fue visto el lunes 14 de diciembre del pasado año, a las 5:00 de la tarde, cuando se encendió esta creación a la puerta del Convento de los Dominicos, marcando así una acción que persiguen repetir cada año llegada la época, con la finalidad de que las familias disfruten y recuerden que es en el seno de la familia donde se debe buscar la esperanza. “En estas piezas, el público apreció, un trabajo moderno e interpretativo, en el que usé hojalatas, repujada y forjada con estructuras de varillas, y oxidando este metal, para producir la patina que exhibe este conjunto escultórico” explica Moises Feliz, a quien su admiración por la naturaleza, que entiende que es la más grande creación artística, lo motivó a incursionar en las artes. Oficialmente inicia sus estudios en 1985, en la Escuela Nacional de Bellas Artes (Hoy Escuela Nacional de Artes Visuales. ENAV), desde entonces hasta la actualidad, “he disfrutado del mundo del arte, produciendo diversas obras, pictóricas, escultóricas, y proyectos de restauraciones, que para mí es parte del quehacer artístico”.

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