Compras por internet

Una historia complicada que quizás a ti también te haya ocurrido 

 Para los que somos amantes de las compras por internet cada experiencia en la web es como la primera, buscamos, buscamos y buscamos… cuando encontramos lo que esperábamos y hasta lo que no, la emoción es indescriptible.
Les cuento esto a propósito de mis recientes compras en macys.com con mayor enfoque en mi última parada en el sitio web, cuya experiencia fue mala desde un punto que al mismo tiempo fue buena. Jjajjaja no te espantes no es que esté loca ahora lo explicaré todo. Conocí la marca en septiembre del 2013 cuando visité la tienda física en Chicago Ilinois. Me encantó todo. Lamentablemente en República Dominicana no hay una, pero cuando me enteré que estaban en la web de una quise vivir la experiencia, por lo que accedí. Le mostré a una compañera de trabajo las maravillosas ofertas de marcas de exquisito renombre internacional y prontamente me dijo: Mayra ponme este y este y este… lo agregué a mi carrito junto a las piezas que había solicitado, coloqué mi tarjeta de crédito y con éxito se ejecutó la compra, de lo que dio fe el correo de confirmación de envío.


 La satisfacción me hizo comentarles a mi hermana y a mi novio sobre la excelente compra. “Elígeme unos cuantos outfits”, él me dijo y así fue. Escogí las mejores ofertas de las mejores marcas y los colores y texturas que le favorecían y ya todo agregado ejecuté el pago que se confirmó a través de un correo por parte de la tienda virtual y mi banco, yo feliz. El problema llegó cuando horas más tardes recibo otra notificación de que la orden fue cancelada. Queeeeee!!!!! fue mi reacción con los ojazos abiertos, ¿pero por qué? Nada volví a hacer la compra y sucedió lo mismo. Me comuniqué con el chat de servicio al cliente, donde recibí una excelente atención y me reordenaron el pedido; pero nuevamente al pasar las horas ocurrió lo mismo, otra y otra vez se repitió la historia. Ya estaba molesta mi corazón palpitaba pero soy obstinada y me dije esa compra la hago yo. Llamé al servicio al cliente una y otra vez, todas las veces me contestaban personas muy amables pero el resultado era el mismo, uno de los que me asistieron me dijeron que era el billing adress, así que llamé al banco para que me lo cambiaran a una dirección en los Estados Unidos, pero nuevamente el plan falló. Las órdenes seguían siendo canceladas. Uffff me agoté emocionalmente. Haré la compra en otro lugar, me dije. Busqué pero en realidad mi obstinación era mucha jajjajajajaja.

 Revisando mi Instagram @mayraperezcastillo vi un post de @macys y ahí di rienda suelta a mi decepción. El community managment me dijo que escribiera mi problema a un email y accedí a intentarlo. Era el correo de Heather, quien es Fraud Prevention Specialist y quien hizo posible que al final la compra se hiciera exitosamente y llegara en menos de lo esperado. En principio dije que la experiencia fue mala y buena a la vez. ¿Por qué mala? Por las 11 veces que intenté hacer la compra de manera fallida. ¿Por qué buena? Por la energía que percibí en todos lo que me atendieron, que no mostraron solo interés por el beneficio de la empresa sino preocupación por los molestos intentos que yo había tenido que pasar, disposición por hacerme sentir bien. Luego de todo el trauma me di cuenta que el emisor de la tarjeta era la que tenía problemas, otra compañera de trabajo le había ocurrido lo mismo con una tarjeta de esa marca. Por lo que la excelente atención frente al conflicto, por parte del personal de la tienda, generó que desarrolle una fidelidad por la marca.

Moraleja: No importa la calidad de los productos de una empresa si su personal se muestra ajeno a las dificultades de los clientes. La fidelidad a una marca se genera con mayor facilidad cuando el factor calidad de producto y servicio es íntegro. Ahhh y después de todo prefiero ser obstinada a resignada. No le teman a las experiencias ellas son las que nos dan el conocimiento y la acreditación para vivir dando pasos firmes y ayudar a otros. Todos somos seres integrales y la moda queramos o no es parte de nosotros.